El grupo Indre ApoyoDravet del CABIMER CSIC publica vínculos entre epilepsia, Alzheimer y depresión
- Aborda la disfunción del canal de sodio Nav1.1 para para entender y tratar mejor estas enfermedades.
- El proyecto cuenta con la financiación de ApoyoDravet, a través de su red científica Indre ApoyoDravet.
Entrevista con el Dr. Manuel Álvarez Dolado líder del grupo de investigación del CSIC y CABIMER.
El grupo investigación liderado por el Dr. Manuel Alvarez Dolado, investigador del CSIC y el Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER), integrado en la red Indre ApoyoDravet, ha publicado en la prestigiosa revista científica Brain avances de su investigación que relaciona epilepsia, Dravet, Alzheimer y depresión.
El artículo relaciona el canal de sodio nav 1.1, afectado en el síndrome de Dravet, con estas tres enfermedades y abre puertas a una mejor compresión y manejo de las mismas. El proyecto cuenta con la financiación de ApoyoDravet, comunidad y plataforma colaborativa impulsora de investigación científica en epilepsias raras y complejas.
Entrevista con el Dr. D Manuel Álvarez Dolado, CABIMER y CSIC. Integrado en la red científica Indre ApoyoDravet.
¿Cuál es el alcance de los nuevos descubrimientos publicados en la revista Brain?
En el trabajo publicado, exploramos el papel del canal Nav1.1 en la corteza prefrontal (PFC) y su posible relación con los trastornos mentales. Nav1.1 es un canal de sodio dependiente de voltaje cuya disfunción se ha asociado comúnmente al síndrome de Dravet (SD) y a la enfermedad de Alzheimer (EA). Ahora, demostramos una nueva e interesante implicación de este canal en el origen o susceptibilidad a sufrir depresión.
“Demostramos una nueva e interesante implicación del canal Nav1.1 en el origen o susceptibilidad a sufrir depresión”
La interrupción local de la actividad de Nav1.1 en la PFC durante la adolescencia en un modelo de ratón provocó una serie de alteraciones conductuales y fisiológicas relacionadas con la depresión, como por ejemplo: una desregulación emocional (anhedonia, baja resistencia al estrés, apatía); mayor susceptibilidad de las hembras a desarrollar alteraciones de tipo depresivo en comparación con los machos; reducción de la liberación de serotonina y de la expresión de BDNF en el hipocampo; hiperactividad del PFC; alteraciones cognitivas; Alteraciones del EEG durante el sueño; y un perfil de expresión genómico relacionado con alteraciones de tipo depresivo.
Además, hay que destacar que en muestras post mortem de PFC de pacientes con trastorno depresivo mayor encontramos disminuidos los niveles de expresión de Nav1.1 en más de un 30%, lo que sugiere que nuestros resultados también podrían tener implicaciones clínicas.
“No todas las alteraciones que vemos en un paciente con Dravet son derivadas de las crisis epilépticas”
¿Cuál es la implicación del nuevo conocimiento sobre el síndrome de Dravet?
El trabajo también presenta aspectos interesantes relacionados con el síndrome de Dravet. Identifica a la PFC como una región clave en el desarrollo de los síntomas cognitivos y conductuales del síndrome. Otro aspecto interesante es que las alteraciones que observamos a nivel depresivo no son una consecuencia secundaria de las crisis epilépticas, sino que aparece en paralelo y al mismo tiempo, por lo que son causadas directamente por la disfunción de Nav1.1. Esto sugiere que no todas las alteraciones que vemos en un paciente con Dravet son derivadas de las crisis epilépticas, sino que deben considerarse como elementos independientes y ser tratadas específicamente. Por último, las alteraciones observadas en los niveles de serotonina confirman que el sistema serotoninergico, algo de lo que ya se tenía sospechas, está fuertemente afectado y debe estudiarse con más detalle.
¿Qué puertas que se abren para el tratamiento del Dravet y otras epilepsias raras y/o complejas?
Como se ha comentado los resultados apuntan a la PFC como una región cerebral clave en el desarrollo de los síntomas en el síndrome de Dravet. Por tanto, el desarrollo de nuevas terapias debe tener en cuenta esta región. Así, terapias avanzadas como la terapia génica o la celular, deberían incluir esta región específicamente, incluso es posible, al ser un importante nudo de comunicaciones del cerebro, que atacando solo esta región se puedan corregir muchas de las alteraciones.
“El desarrollo de nuevas terapias para el síndrome de Dravet debe tener en cuenta esta región (la PFC)”
Por otra parte, los resultados también relacionan el sistema serotoninergico con el Dravet y sugiere una posible explicación a los efectos positivos que se están observando de la Fenfluramida, un inhibidor de la recaptación de la serotonina, en el tratamiento del este síndrome. Se abre la puerta a que otros compuestos moduladores del sistema serotoninérgico también puedan tener efectos positivos sobre el Síndrome de Dravet.
Por último, los resultados hay que verlos desde otro punto de vista. Si la disfunción de Nav1.1 causa depresión, ¿es posible que terapias dirigidas a corregir la actividad de Na1.1, que se han diseñado para corregir el S. de Dravet, puedan tener también un efecto beneficioso para tratar la depresión?
“Disponer de una plataforma como Indre ApoyoDravet de intercambio de conocimiento y fomento de investigaciones colaborativas es fundamental”
¿Qué valoración hace de su integración en la red científica Indre ApoyoDravet?
La colaboración con la asociación ApoyoDravet y los miembros de su red científica Indre ApoyoDravet ha sido, sin duda, altamente beneficiosa para esta investigación. Por ejemplo, gracias a ApoyoDravet fue posible disponer del modelo de ratón que hemos utilizado en el trabajo. La frecuente interacción con otros científicos siempre es enriquecedora. Disponer de una plataforma como Indre ApoyoDravet de intercambio de conocimiento y fomento de investigaciones colaborativas es fundamental para que emerjan nuevas ideas y proyectos como el que ha dado lugar a esta publicación.